Historia y evolución de la contabilidad en España:
La contabilidad en la península ibérica se remonta a los tiempos antiguos, cuando los primeros pueblos asentados en la región mantenían registros de transacciones comerciales mediante métodos rudimentarios. Sin embargo, el desarrollo de una contabilidad más formal y estructurada ocurrió a lo largo de las distintas edades de la humanidad en España.
Durante la Edad Media y el Renacimiento, la contabilidad en los diferentes reinos que hoy forman parte de España, adquirió mayor relevancia con la aparición de las primeras prácticas contables y la utilización de libros de cuentas.
Se tienen registros de sistemas contables y libros de cuentas en el Reino de Aragón durante el siglo XIII, estos eran mucho más sencillo que la contabilidad moderna, de ahí que muchos historiadores hablen de este sistema como partida simple. Durante el siglo XIV los contadores de los ayuntamientos empezaron a hacerse cargo del control de los ingresos y egresos municipales.
Justo a finales de la edad media, en el siglo XV Luca Pacioli introdujo en su obra «Summa de arithmetica, geometria, proportioni et proportionalita» los conceptos de la partida doble, lo que supuso un cambio extraordinario en la práctica contable, dichos conocimientos también llegaron al Reino de España, siendo que en 1592 por órdenes del Rey Felipe II se estableció el sistema de partida doble para llevar las cuentas centrales de la Real Hacienda.
Durante los siglos XVI y XVII, se tiene registro que la gestión contable de la Taula de Canvis de Valencia, banco municipal de la ciudad, fue llevada a cabo por dos notarios públicos y tres mercaderes. Estos últimos se responsabilizaban de la contabilidad, por ello se les requería ser expertos en el art mercantivol, o arte mercantil.
En los territorios de ultramar en las américas se estableció un cambio importante a finales del siglo XVI, ya que ordeno que debían llevar tres libros: Libro Manual, Libro Mayor y Libro de Caxa, Sin distinción de oficios y común a los Oficiales Reales de las Caxas, implantándose un nuevo método totalmente común o general.
A inicios del siglo XVIII hubo notables avances en el desarrollo de la beneficencia y auxilio, estableándose hospitales y otras instituciones asistenciales, en estas instituciones la actividad contable se vio simplificada a sistemas de caja, y a la teneduría de pocos libros.
Por otro lado, 1737 se establecieron las Ordenanzas de Bilbao, las cuales eran un cuerpo de normas mercantiles, estas normas fueron la referencia de derecho contable en varios países europeos e iberoamericanos.
A finales de este siglo, a través de la influencia francesa y el ilustrísimo, se vieron avances significativos, la cuales ideados con el fin de defender los intereses reales y perseguir el bienestar social, y se volvió a consolidar el uso del método de la partida doble.
En el siglo XIX, con la industrialización y el crecimiento económico, la contabilidad se convirtió en una disciplina fundamental para gestionar las empresas y el comercio. Durante este período, se establecieron las bases para la contabilidad moderna, y se promovió la creación de asociaciones y organizaciones dedicadas a la profesión contable.
En el siglo XX, la contabilidad en España experimentó grandes cambios, impulsados por la globalización y la armonización contable a nivel internacional. Primeramente, en 1973 se establece el Plan General de Contabilidad del año 1973, el cual estableció la normativa contable en España.
En el año 1979, nace la Asociación Española de Contabilidad y Administración de Empresas (AECA), como una entidad no lucrativa, de carácter privado, y la cual en 1982 la AECA fue declarada de utilidad pública por acuerdo del Consejo de Ministros.
La AECA emitió normas y estándares contables más rigurosos, como los Principios Contables Generalmente Aceptados (PCGA), que establecían las pautas para la elaboración de estados financieros y la presentación de información económica.
Mientras que, en 1988, se creó el Regulación de la contabilidad en España (ICAC), como un organismo autónomo de la administración del estado, adscrito al Ministerio de Economía y Hacieda, fue creado para que cumplieras funciones de la normalización contable y el control de las auditorias. En la actualidad, en el siglo XXI, la contabilidad en España se encuentra en un estado avanzado. Se ha producido una convergencia hacia las Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF) y la utilización del Marco Conceptual para la Información Financiera. Estas normas y principios permiten una mayor comparabilidad y transparencia en la presentación de los estados financieros.
Estudio de la profesión
En España, los estudios de contabilidad se imparten en diversas universidades y centros de estudios. Algunas de las primeras universidades en ofrecer cátedras y carreras relacionadas con la contabilidad fueron la Universidad de Salamanca, la Universidad de Barcelona y la Universidad Complutense de Madrid.
En la actualidad, existe un número significativo de universidades en España que dictan carreras que permiten actuar como Contador. Estas instituciones ofrecen programas de grado en Contabilidad, Finanzas o Administración de Empresas con especialización en Contabilidad. Algunas de las universidades más reconocidas en este campo son la Universidad Autónoma de Madrid, la Universidad de Valencia, la Universidad Pompeu Fabra y la Universidad de Sevilla, entre otras.
El título que normalmente se asigna a los graduados en Contabilidad en España es el de «Graduado en Contabilidad y Finanzas» o «Graduado en Administración de Empresas, con mención o especialidad en Contabilidad», dependiendo de la universidad y del plan de estudios vigente. Sin embargo, es importante destacar que el sistema educativo español ha experimentado cambios recientes, y actualmente se están implementando los títulos de grado y máster según el Espacio Europeo de Educación Superior (EEES). Por lo tanto, es posible que los títulos y denominaciones varíen en el futuro cercano.
Regulación de la contabilidad en España
En España, los organismos que regulan el ejercicio de la contaduría pública son tanto gremios como instituciones gubernamentales. Algunas de las organizaciones más relevantes son:
– Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas (ICAC): Es el organismo público encargado de supervisar y regular la contabilidad y la auditoría en España. Establece las normas contables y de auditoría que deben seguir las empresas y los profesionales contables. Además es miembro del IFAC.
– Asociación Española de Contabilidad y Administración de Empresas (AECA): Es una organización sin ánimo de lucro que tiene como objetivo promover el estudio, la investigación y el desarrollo de la contabilidad y la administración de empresas en España. Realiza actividades como la organización de congresos, seminarios y cursos de formación, además de publicar revistas y otros documentos de interés para la comunidad contable y empresarial.
– Instituto de Censores Jurados de Cuentas de España (ICJCE): Es la institución encargada de regular la profesión de auditor en España. Establece los requisitos de formación y experiencia necesarios para ejercer como auditor y promueve la calidad en la auditoría de estados financieros.
Marco normativo y legal
El marco legal y normativo de la contabilidad en España está compuesto por diversas leyes, regulaciones y normas que establecen los principios y criterios contables que deben seguir las empresas en la elaboración de su información financiera Algunas de las principales disposiciones legales y normativas que afectan al contador en España son:
– Código de Comercio: El Código de Comercio es una ley fundamental que regula el comercio y las actividades empresariales en España. Contiene disposiciones relativas a la contabilidad de las empresas, como la obligación de llevar una contabilidad ordenada que refleje la imagen fiel del patrimonio, la situación financiera y los resultados de la empresa.
– Plan General de Contabilidad (PGC): Es es el principal documento normativo que establece los principios y criterios contables en España. El PGC define los conceptos contables, los criterios de valoración, los modelos de estados financieros y otros aspectos relevantes para la elaboración de la información financiera. Actualmente, se utiliza el Plan General de Contabilidad de 2007, aunque existen adaptaciones sectoriales y otros planes específicos para determinadas entidades.
– Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF): España adoptó las Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF o IFRS, por sus siglas en inglés) para la elaboración de los estados financieros consolidados de las empresas cotizadas y de algunas entidades financieras. Estas normas internacionales son emitidas por el International Accounting Standards Board (IASB) y se aplican en muchos países del mundo.
– Normas de Auditoría: El marco legal y normativo también abarca las normas de auditoría, que establecen los principios y procedimientos que deben seguir los auditores en la realización de su trabajo. Estas normas son emitidas por el Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas (ICAC) y se basan en las Normas Internacionales de Auditoría (NIA).
– Ley de Auditoría de Cuentas: Regula la actividad de auditoría en España y establece los requisitos y obligaciones para ejercer como auditor de cuentas. Establece los principios y procedimientos que deben seguirse en la auditoría de estados financieros.
– Ley General Tributaria: Contiene las disposiciones legales relacionadas con el ámbito tributario en España. En relación con la contabilidad, establece las obligaciones contables y registrales de los contribuyentes, así como los procedimientos de auditoría y control fiscal.
– Ley de Sociedades de Capital: Regula la contabilidad de las sociedades de capital en España, incluyendo las sociedades anónimas y las sociedades de responsabilidad limitada. Establece los requisitos para la elaboración de las cuentas anuales y la presentación de informes financieros.
Estas son solo algunas de las principales leyes y regulaciones que afectan el ejercicio de la contaduría pública en España. Es importante destacar que el marco legal puede estar sujeto a cambios y actualizaciones periódicas, por lo que los profesionales contables deben mantenerse actualizados sobre las disposiciones vigentes y las novedades normativas que puedan surgir.
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